Esta es una realidad que no sólo afecta a Chile, sino que a la mayoría de países en la región, ya que en Latinoamérica las mujeres representan solo el 30% de los graduados de las carreras STEM (Science, Technology, Engineering, Arts & Mathematics). Un número muy bajo aún, considerando que el promedio de Estados Unidos o los principales países de Europa alcanza el 20%.
En este contexto, es que El Mercurio destaca el programa creado por SONDA y Duoc UC, Impulsa+. Iniciativa que tiene el objetivo de aumentar la representatividad de las mujeres en la industria, buscando potenciar a las estudiantes de carreras TICS ofreciendo la oportunidad de vivir la experiencia de la industria de TI en primera persona, visibilizando a profesionales y líderes del área.
En SONDA sabemos que uno de los mayores desafíos es aumentar la participación de las mujeres en la Industria TI, sobre todo en cargos de liderazgo. Es por esto que hemos trabajado y desarrollado múltiples iniciativas para promover la equidad de género en el contexto del programa SONDA Mujeres, lo que incluye programa de mentoring, talleres de sensibilización, políticas de contratación y flexibilidad, entre otras acciones que apuntan al desarrollo de las líderes del futuro, a un cambio cultural y a la concientización interna.
Conoce más detalles en la nota realizada por El Mercurio aquí.La compañía tecnológica mostró ingresos consolidados por US$ 376 millones en el periodo, con un crecimiento del 5% en moneda comparable, impulsados por cierres comerciales por USD 392 millones en geografías clave y una estrategia de especialización por industria.
La analítica predictiva, impulsada por la IA, está transformando la toma de decisiones estratégicas. Al combinar Big Data y algoritmos avanzados, permite prever escenarios, optimizar procesos y detectar tendencias clave. Sectores como banca, salud, manufactura y logística aprovechan estas herramientas para anticiparse al mercado y mejorar su competitividad.
La IA ha cambiado radicalmente el panorama de la ciberseguridad. Los atacantes ya no necesitan grandes recursos; ahora, pueden lanzar ataques quirúrgicos, masivos y automatizados. Usan técnicas avanzadas de inteligencia artificial para aprender patrones de comportamiento, evadir sistemas de seguridad y realizar ataques ultra personalizados.