El Low Code les abre paso a las empresas en su transformación digital

Fuente: El Mercurio

Si antes los programadores tenían la llave mágica y secreta de complejos códigos que solo ellos lograban entender, hoy el avance de la tecnología permite que lo difícil se vuelva fácil, haciendo posible implementar rápidamente nuevos software y aplicaciones. 

Es una de las palabras que han estado en boca de informáticos y no tan informáticos en el mundo de las organizaciones. Se trata del low code, una tendencia que, en términos simples, permite crear software y aplicaciones de manera extremadamente sencilla. Así, en lugar de usar la programación clásica, llena de códigos específicos y difíciles de entender, ahora se utilizan interfaces gráficas y configuraciones simples para generar las soluciones que se requieren en función del negocio. 

Para hacerse una idea, a través de la funcionalidad de arrastrar y soltar 'objetos' como si fueran piezas de un Lego, ahora cualquiera puede construir estos sistemas, incluso si no tiene habilidades específicas de desarrollo de código.

Rafael Cereceda, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, explica que con el low code una persona que sabe de algorítmica, pero no tiene las habilidades técnicas de un desarrollador, puede solucionar necesidades de automatización con todo lo que eso implica.

"Así, los desarrolladores en las empresas se dedican a crear software mucho más elaborado, y lo que es sencillo lo puede hacer una persona que no necesariamente es profesional del desarrollo", dice.

Entre los beneficios del low code se encuentran la mayor agilidad, flexibilidad, reducción de costos, productividad, escalabilidad y enfoque en el cliente, entre otros.

"La tecnología low code es una alternativa al desarrollo tradicional que empodera a los usuarios de negocio y desarrolladores de software, para implementar sistemas a una velocidad nunca antes vista y sin depender necesariamente de equipos de desarrollo para realizar cambios y actualizar la plataforma de acuerdo con las necesidades de negocio", dice Maximiliano Fábrega, gerente corporativo de Digital Business de SONDA.

Para Julio Pertuzé, profesor de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Universidad Católica, este es un cambio revolucionario que democratiza la capacidad de desarrollar software. Y explica que hoy no solo existen estas piezas de Lego, sino que también se han ido creando grandes repositorios de datos en internet y muchos manuales de instrucción, donde las personas suben sus propios códigos. 

"A medida que hay más instrucciones disponibilizadas en la nube, se pueden entrenar algoritmos de inteligencia artificial que sean capaces de generar estos códigos computacionales low code. Es decir, ya no debes ser dueño de las piezas de Lego, sino que puedes usar estas piezas que están disponibles en la nube. Y esto tiene consecuencias enormes a nivel de la automatización de distintos procesos dentro de las organizaciones", comenta.

Esto ha hecho que el low code sea una de las soluciones encontradas por empresas de todo el mundo para acelerar la digitalización empresarial, ya que gracias a su uso las organizaciones pueden desarrollar sus propias aplicaciones y software a medida, entregando productos y servicios rápidamente a miles de personas en todo el mundo. 

"La transformación digital tiene tres componentes principales: las personas, los procesos y la tecnología. Las plataformas low code permiten principalmente acortar la brecha entre personas y tecnología. Estas personas típicamente son usuarios de negocio, quienes son expertos a su vez en los procesos de negocio de su organización. En efecto, podríamos decir que esta amalgama de conocimientos y habilitación tecnológica acelera el proceso natural de la transformación digital y la propia digitalización de los negocios", dice Maximiliano Fábrega, de SONDA.

Julio Pertuzé añade que esta hiperautomatización les permite a las empresas ser mucho más ágiles para pensar y reconfigurar sus procesos de negocios, algo fundamental hoy en día. "Lo importante del low code es cómo esta tecnología me habilita a hacer las cosas de manera distinta", asegura.

Rafael Cereceda, de la UAI, explica que el low code es más recomendable para procesos operacionales y comerciales repetitivos, que de hacerse manualmente requieren mucho tiempo. Por ejemplo, procesos de extracción de datos, transformación y carga (ETL), procesos de envío de información masiva periódica, uso de eventos que gatillen acciones comerciales u operacionales, reportería.

"¡Imagínate esto para temas de las organizaciones del Estado, lleno de trámites rutinarios!', añade el profesor Julio Pertuzé, quien agrega que los estudios estiman que cerca del 50% de las funciones profesionales dentro de una empresa se pueden automatizar, modelar o simplificar.

En Chile y el mundo, el low code se ha venido masificando rápidamente. Maximiliano Fábrega comenta que se ha visto una mayor utilización en industrias donde su core de negocio no es la tecnología, como lo son entidades de gobierno o salud, por ejemplo.  

"No obstante, estas tecnologías hoy están teniendo una mayor penetración de mercado en otras industrias como la financiera, para acelerar la generación de productos", dice el ejecutivo de SONDA.